YUMIKO YOSHIOKA
Perteneciente a una tercera generación de artistas de Butoh, Yumiko ha desarrollado un estilo personal de trabajo corporal llamado Body Resonance, que integra la práctica de Butoh con características de la gimnasia Noguchi Taiso y varios otros métodos de entrenamiento asiáticos para ayudar a preparar el cuerpo para recibir y transmitir la danza y las inspiraciones. Body Resonance parte de la idea de que el mundo, incluyendo nuestro cuerpo y alma, consiste en ondas vibratorias que crean resonancias constantes como ecos. Cuando sintonizamos nuestro cuerpo a esa frecuencia, recibimos imágenes, sentimientos y sensaciones en consecuencia. Para que esto suceda, primero debemos sacudirnos la tensión innecesaria. En efecto, hacemos un lienzo blanco de nuestro cuerpo para pintarlo de nuevo color. Enseño esto como neutralización, fomentando un estado cercano a cero, limpiando el óxido y puliendo la antena para atrapar ondas de capas profundas del cuerpo. Las transformaciones y concentraciones de la danza rompen la cáscara de huevo de la forma. Derriten la armadura de nuestro ego, permitiendo que surjan recuerdos resonantes de nuestras células que flotan en el líquido primigenio del tiempo.
El enfoque principal de este taller es una investigación consciente en la unificación de nuestro cuerpo/mente/alma, para que podamos disfrutar profundamente el proceso intrínseco de metamorfosis a través del espíritu de la danza. A través de una exploración continua de nuestras memorias colectivas pasadas, podemos encontrar una veta de abundantes recursos creativos, enriqueciendo la esencia de nuestra vida.
La resonancia corporal es una llave para abrir las puertas de un mundo en constante cambio dentro y fuera de nosotros mismos, que ayuda al cuerpo a desvelar sus secretos, sosteniéndolos hasta que brillan y tiemblan. Todo está en resonancia entre sí. A través de un diálogo con nuestro cuerpo, podemos aprender a ser movidos por fuerzas internas y externas, dándonos cuenta de que somos parte del Universo.
INDISPENSABLE: Traer ropa adecuada para ejercicio, agua para beber y algún
refrigerio para el receso
Domingo 3 de Noviembre 2024
DE 14 A 19 HRS.
COOP. $900.MX
A la cuenta de Santander
No. de cuenta 56879521668
Clabe 014320568795216689
a nombre de Bianca Verónica Villaseñor Tapia
+ info. jorgeangeles@teatrorabinal.com
Reservaciones wapp. 3312600699
TEATRO LABORATORIO RABINAL
Prisciliano Sánchez 683
Guadalajara, México
YUMIKO YOSHIOKA
Belonging to a third generation of Butoh artists, Yumiko has developed a personal style of bodywork called Body Resonance, which integrates Butoh practice with features of Noguchi Taiso gymnastics and various other Asian training methods to help prepare the body to receive and transmit dance and inspirations. Body Resonance starts from the idea that the world, including our body and soul, consists of vibratory waves that create constant resonances like echoes. When we tune our body to that frequency, we receive images, feelings and sensations accordingly. For this to happen, we must first shake off unnecessary tension. In effect, we make a blank canvas of our body to paint it with new color. I teach this as neutralization, fostering a state close to zero, cleaning away the rust and polishing the antenna to catch waves from deep layers of the body. The transformations and concentrations of dance break the eggshell of the form. They melt the armor of our ego, allowing resonant memories to emerge from our cells floating in the primordial liquid of time.
The main focus of this workshop is a conscious investigation into the unification of our body/mind/soul, so that we can deeply enjoy the intrinsic process of metamorphosis through the spirit of dance. Through a continuous exploration of our past collective memories, we can find a vein of abundant creative resources, enriching the essence of our life.
Body resonance is a key to open the doors to an ever-changing world within and outside ourselves, helping the body to unveil its secrets, holding them until they shine and tremble. Everything is in resonance with each other. Through a dialogue with our body, we can learn to be moved by internal and external forces, realizing that we are part of the Universe.
